Eduardo Zamacois fue un novelista español. Zamacois se crió y educó en Madrid. Abandonó sus estudios universitarios para dedicarse al periodismo. Dirigió las revistas El Cuento Semanal y Los Contemporáneos y en 1897 colaboró con el semanario Germinal antes de desplazarse a Barcelona para colaborar con El Gato Negro y ¡Ahí Va! y fundar y dirigir Vida Galante.
En su obra Desde mi butaca, hace esta reflexión sobre el actor:
"Como los instrumentos musicales, que, según Guyau, conservan algo de la inspiración de las manos que los pulsaron, ellos, en su ambular incesante a través del mundo y de las almas, se han asomado a todos los horizontes, han conocido todas las pasiones, han saboreado de la admiración y del amor todas las mieles; y de pronto, al hallarse arrinconados, pospuestos y obscurecidos por la juventud enemiga de los ídolos, parecen guardar un remordimiento de todo lo que fueron.
La tristeza en los actores reviste caracteres agudos: es una especie de suicidio, de negación absoluta, de total renunciación a cuanto amaron y llenó su historia. No hay artista que sufra como ellos: los literatos y los pintores hallan alegría pensando en el libro o en el cuadro que perpetuarán su nombre; el músico se estremece de júbilo en su retiro escuchando el cuarteto de ciegos mendigos que repite el trozo más popular de su obra maestra; el anciano escultor recibe consuelo paseando por las tardes junto a la estatua de blanco mármol que su inspiración levantó en la encrucijada de dos caminos. Pero del actor, ¿qué queda si no es el humo de un recuerdo?..."
Zamacois, Eduardo: Desde mi butaca.
Aporte de Pedro Fajardo
Gracias Pedro, por mandarnos esta delicia de texto.
ResponderEliminarM.J.